Lo Que Me Oculto

Honestamente cuando pensé en escribir esto entre en un bloqueo mental, se la razón, se me complica exhibirme por que debo desglosar la parte más problemática de mi persona. Yo soy recaída, cuento con muchos procesos de recuperación y se me ha complicado bastante entender que tengo un problema que atenta contra mi vida día con día, esta última recaída me ha dejado una huella porque entendí lo peligrosa que puedo ser para mí y sobre todo para los demás. Me fui del grupo pensando una vez más que ya estaba recuperada, y al ir pasando los meses me fui dando cuenta como se iba deteriorando mi relación por querer encajar de nuevo con mi pareja, mi falta de carácter y mis defectos en general fueron destruyendo todo, mis ideas aberrantes me fueron destruyendo y atrapando en un callejón sin salida. Comencé a afectar a las personas que me rodeaban, a mi pareja, a mis amigos e incluso a mis hijas; orillándolas a conocer un entorno que no era apto para ellas. Hacia todo lo que estuviera a mi alcance para poder satisfacer un vacío imposible de llenar, mientras mis hijas estaban encerradas en su cuarto yo la pasaba en mi cuarto con mi pareja consumiendo drogas. Yo sabía que todo eso estaba mal, pero dentro de mí existía un deseo de querer destruirlo todo, comprendo que no hay un límite de mi enfermedad y que hasta lo más grotesco tengo la oportunidad de cometer si no continuo con un tratamiento.

Extrañaba lo que el grupo me había regalado, el cariño y sobre todo la compañía y comprensión. Desafortunadamente me cegaba a ver en realidad lo que estaba sucediendo a pesar de todo el dolor y tristeza que pude llegar a sentir, mi orgullo y mi ego no me lo permitían, me daba miedo el juicio que no podía regresar al lugar donde siempre me enseñaron a vivir mejor. El dolor fuera de calmarse solo creció durante todo el tiempo que no estuve en la agrupación, noches sin dormir, encerrada sin ganas de salir. Siempre oculte mi malestar con risas ante los demás, pensaba “Nadie debe de ver quien soy ¿Quién va a quererme así?”. Me sentía un monstruo, sentía que no cabía en ningún lugar, que nadie me entendía, solo quería desaparecer y no existir.