La Culpa de la Autodestrucción

Hace unos años me encontraba en una situación muy difícil, ya que, ya no sabía qué hacer con mi vida, podía darme cuenta que el tipo de vida que estaba llevando no me dejaba nada bueno.

Tenía problemas con mis padres, en mi trabajo, y en la mayoría de las circunstancias que pasaba no le daba el valor a nada de lo que realmente era primordial en mi vida, me veía como madre soltera de dos niñas y por más que trataba de buscar no podía conseguir la ayuda que yo sabía que necesitaba. No me sentía feliz con nada de lo que yo hacía y así fue que decidí acudir a un grupo de A.A. Para mí el tomar esa decisión fue la última opción, pero sabía que si yo no hacía algo por mi terminaría mucho peor, así que gracias a A.A. pude dejar de beber por unos meses por primera vez en mi vida y a tomar un poco más el control de esta.

Comencé una relación con alguien y me sentí muy feliz, creía que los problemas se habían terminado y me descuide, cuando me vi nuevamente visitando a mis antiguas amistades fue un 15 de septiembre, fue motivo para reunirnos todos y festejar en casa de un amigo, ese día yo estaba muy mal emocionalmente, y pues, estaba pasando por un problema de infidelidad de parte de mi pareja y yo como siempre, recurrí a lo mismo de antes, a las malas amistades y malos hábitos de volver a tomar alcohol para evadir mi realidad.

Dentro de mi había mucho miedo por volver a beber, pero era más mi coraje por la situación que acababa de pasar y volví a consumir, termine ahogada en alcohol y comencé a discutir con mis amigos porque ellos veían que yo no andaba bien y me quería ir conduciendo alcoholizada, además, llovía muchísimo, pero en ese estado yo no entendía razones; me salí y no recuerdo que paso después de eso, lo único que puedo recordar es que me subí al coche y desperté al día siguiente en un hospital, sentía mucho frio y abrí los ojos pero no entendía nada. Comencé a sentir mucho dolor en mi rostro y sentí mucho miedo, la enfermera me explico que había tenido un accidente, me pidió mis datos, y un número para comunicarse con mis familiares. Más tarde llego mi papa y me explico lo que paso, conforme me contaba comencé a sentir culpa, después de ese día nada volvió a ser lo mismo para mí, tuve fracturas en mi rostro y cráneo y en consecuencia no volví a verme como antes físicamente, eso realmente me dolía pues yo era una persona muy egocéntrica, me arrepentí mucho por todo, pero ya no había nada que hacer; solo hacerme responsable por mis actos y afrontar mi nueva realidad.

Esta ha sido una de las experiencias que yo tuve que vivir para darme cuenta de que si yo actuó de una manera irresponsable y sigo haciendo las cosas que hoy sé que me dañan, sufriré las consecuencias.