Demasiado Joven
- centrodeservicioaa
- 11 may 2021
- 2 Min. de lectura
Muchas ocasiones pienso que ha sido una bendición llegar joven a un grupo de A.A. ya que antes de mi llegada al grupo yo vivía de una manera muy diferente y no me gustaba, porque me sentía solo con muchos problemas, sentía que había perdido a mi familia, ya que ellos se alejaron de mi y yo de ellos a causa de mi alcoholismo y consumo de sustancias ilegales. Hice muchas cosas para conseguir dinero y no me importo robarlos, hacerlos sentir mal, termine saliéndome de mi casa y no tenia la suficiente confianza para contarles mis problemas de adicción. Eso me hacia vivir en depresión, ya no sentía ganas de levantarme de la cama, de bañarme y mucho menos de arreglarme, mi higiene personal no me importaba y fugaba en videojuegos y redes sociales.
Tenia una gran necesidad de hacer un cambio en mi vida, pero no sentía la capacidad de hacerlo y tampoco sabia como hacerlo, cada vez que lo intentaba terminaba sintiéndome mal y mas unido a mis problemas, vivía enojado conmigo mismo, frustrado al ver que las personas con las que crecí empezaban a lograr sus metas y podían ser constantes en sus propósitos, y yo lloraba por no poder hacer las cosas como ellos. Me enoje con la vida y hasta con Dios porque sentía que me estaba castigando, no encontraba la salida a mi adicción a las sustancias y cada día me resentía con todo lo que me rodeaba. Tenia muchos conflictos existenciales, me preguntaba ¿Por que fue que nací? ¿Por que nací en una familia disfuncional y de bajos recursos? Muy perdido en mi cabeza, con mucho coraje, conmiserándome de mis errores y buscando con quien desquitarme. Por eso consumí sustancias ilegales a muy corta edad, me fugaba de mi realidad, no pensaba en mis problemas, en mis complejos físicos, y me hacia sentir que formaba parte de algo. La soledad que me atormentaba desaparecía y mucho tiempo creí que esa era la solución para todo lo que sentía. Pero termine mas vacío y desvalorado.
Nunca me puse a pensar en el daño que me hacia física, mental y espiritualmente. Termine con dolores corporales, demasiado delgado y con delirios.

Al llegar al grupo a mi corta edad me ha ayudado a ver las cosas diferentes a través de las experiencias de mis compañeros. He aprendido que mi felicidad no depende de nadie, depende solo de mi, de lo que yo haga para obtenerla y que para lograr mis metas y cumplir mis propósitos tengo que empezar a practicar y que el problema no es la vida, ni Dios, si no mi manera tan hipersensible de ser y mi distorsión de la realidad; muchas veces ni esta pasando nada o es un problema sencillo de resolver y me asusto sintiendo que las cosas no valen la pena, y yo las complico.
El grupo me ha ayudado a trabajar con mi persona, con mis problemas emocionales, si no hubiera llegado a tiempo, me queda claro que estuviera viviendo muy mal. Diario trabajo con mi ira, mi codependencia a las personas, mis resentimientos y mis conductas autodestructivas.
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